El buque Vilaboa 1, con sede en Santander, se ha hundido frente a la costa de Cabo Mayor. Seis tripulantes han sido rescatados ilesos.
El centro de coordinación de Salvamento Marítimo de Santander recibió el aviso del naufragio poco antes de las cinco de la madrugada. El Vilaboa Uno tenía una emergencia a seis millas de la costa Cántabra. De inmediato se han acercado hasta el lugar otros pesqueros que se encontraban en la zona y efectivos de salvamento marítimo. Tan sólo han podido rescatar con vida a siete tripulantes, uno de ellos herido de gravedad. Dos de los marineros han resultado fallecidos y un tercero permanece desaparecido.
Tras recibir el aviso la alerta se distribuyó entre las embarcaciones de la zona. Hasta allí se han trasladado de madrugada varios pesqueros, un barco de Salvamento Marítimo y un helicóptero. El pesquero Siempre Nécora, el primero en llegar, consiguió localizar a siete de los tripulantes. El Ave Fénix daba con un octavo y una lancha de los Prácticos del Puerto al noveno.
Pasadas las ocho y media de la mañana todos ellos atracaban en el Puerto de Santander. Hasta allí se trasladó la comitiva judicial para realizar el levantamiento de los cadáveres. Uno de los fallecidos es un marinero natural de Santander. Tenía 57 años y apenas le faltaban tres meses para jubilarse. En el Puerto de Santander se han vivido algunos momentos de angustia y tensión porque su mujer y su hija se han enterado de la fatal noticia cuando se han acercado al puerto después de leer lo ocurrid en las redes sociales del Presidente de Cantabria. El otro fallecido es un hombre de nacionalidad ghanesa.
La investigación se centra ahora en tratar de aclarar qué le sucedió al pesquero cuando se encontraba a escasas seis millas de la costa. El Vilaboa Uno había salido a faenar a medianoche en lo que parecía una jornada más en la campaña del verdel. Sin embargo, algo ocurrió de madrugada para provocar un naufragio que se ha producido de manera casi instantánea.
De hecho, el Siempre Nécora ha llegado escasa media hora después de recibir el aviso a la zona del accidente y el panorama que allí se han encontrado ha sido desolador. «Cuando llegamos solo se veían ya los aparejos, un globo y unas boyas», confirmaban ya en el puerto los tripulantes del pesquero que solo ha podido rescatar con vida a seis marineros. Han localizado un séptimo tripulante, al que han intentado reanimar, pero ya había fallecido.
Mar en calma
Aparentemente la tripulación ni siquiera tuvo tiempo de desplegar los botes salvavidas, una maniobra que apenas lleva unos minutos. El suceso resulta aún más extraño, teniendo en cuenta que anoche el mar ha estado en «calma chica» y no había ningún tipo de alerta que hiciera presagiar problemas en la navegación debido al temporal. «Hoy estaba bueno, la mar está echada», ha confirmado a los medios de comunicación Pedro Antonio Fernández, patrón del Siempre Nécora.
También Miguel Ángel Revilla, Presidente de Cantabria, ha confirmado lo extraño del suceso. «Es algo inexplicable», ha asegurado cuando le han preguntado los medios de comunicación durante una visita a un centro de Formación Profesional. Ha explicado que ha tenido ocasión de hablar con el armador del Vilabona Uno, a quien ha definido como «amigo» y que le ha confirmado la «rapidez» con la que se ha producido el siniestro.
«Algo ha fallado en el barco o alguna persona que no ha estado atenta a la entrada de agua y el barco se ha ido a pique muy pronto», ha lamentado el presidente de Cantabria, que ha sido el primero en anunciar la tragedia a través de sus redes sociales.
Ha confirmado además, el buen estado de la mar la pasada madrugada. «No se ha dado ninguna de las circunstancias que normalmente originan estos hechos», ha asegurado. Es decir, el estado de la mar descarta casi por completo que se haya producido algún golpe de mar o un desplazamiento repentino de la carga. Además, el barco aún no había empezado a faenar. «Aquí el barco iba vacío, iba a pescar y con buena mar», ha insistido Revilla.
Operativo de búsqueda
Peruano desaparecido
El dispositivo permanece activo para tratar de dar con el tripulante que aún permanece desaparecido. En el recuerdo de todos está la tragedia del pesquero gallego villa de Pitanxo, en el que murieron 21 personas. Según ha confirmado el presidente cántabro, se trata de un hombre llamado Walter Jhon Ferreyros Soto de nacionalidad peruana. Lo más probable, ha explicado, es que el cuerpo se haya quedado atrapado dentro de la embarcación, lo que habría hecho más complicado su rescate en un primer momento. «No sabemos la profundidad a la que está el bardo», ha lamentado Revilla.
En el Vilaboa Uno viajaban diez tripulantes en el momento del siniestro, incluyendo varios oriundos de Santander, senegaleses, ghaneses y peruanos. «Ahora vamos a intentar que haya consuelo para las familias», ha reiterado Revilla. El barco, con sede en Santander, fue construido en el año 2000 y había pasado satisfactoriamente todos los controles perceptivos. Según su ficha técnica tiene 28 metros de eslora y 8 metros de manga. Pertenece a la flota de la Opeca, la Organización de Productores de Pesca de Altura de Cantabria.
FUENTE: ABC (ESPAÑA)
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